Europa

Durante la noche del lunes 4 de octubre, el mundo ha despertado al conocimiento del proceso de extracción de aluminio de la bauxita, y de su sub-producto: el barro rojo, que devastó varios pueblos, incluyendo Kolontár y Devecser, en el suroeste de Hungría, trayendo una amenaza a largo plazo de contaminación del medio ambiente en varios países.

La masiva y militante manifestación que tuvo lugar el pasado sábado 16 de octubre, organizada por el sindicato del metal FIOM, representa un claro punto de inflexión en la situación política italiana. El 16 de octubre muestra el camino. Es el momento de convocar una huelga general.

Estamos poniendo a disposición de nuestros lectores hispanoparlantes, el llamamiento de la FIOM en apoyo de la manifestación del sábado pasado en Roma, promovido por los partidarios de FalceMartello, los marxistas del PRC, bajo el título "Junto con la FIOM por el camino marcado por los trabajadores de Pomigliano y Melfi ".

Después del 12 de octubre, el movimiento contra el ataque a las jubilaciones ha alcanzado un umbral crítico. Las grandes jornadas de lucha ya no son el centro de gravedad, aunque son todavía masivas y cada vez más combativas, como lo demostró el 19 de octubre. Ahora, el eje central de la lucha se ha desplazado a las huelgas “reconductibles” (huelgas permanentes que se renuevan cada día con votaciones en asambleas generales) y el bloqueo con piquetes de diferentes sectores de la economía.

El sábado, 16 de octubre, más de 3 millones de personas tomaron las calles de Francia en cientos de manifestaciones en las ciudades y pueblos de todo el país en la última jornada nacional de lucha contra la contrarreforma propuesta al sistema de jubilaciones. El número fue de una magnitud similar al 2 de octubre, la última vez que los sindicatos convocaron a una jornada de lucha en un día sábado, pero el movimiento, sin duda, se ha desarrollado aún más. Las manifestaciones fueron otra demostración de fuerza de este movimiento que ha durado meses y ha visto 5 jornadas nacionales de lucha desde el final de las vacaciones de verano.

El magnífico movimiento de los trabajadores franceses es una inspiración para todos los trabajadores de Europa. Demuestra la verdadera cara de la clase obrera francesa. Ayer, por segundo día consecutivo, los huelguistas continuaron sus acciones después del impresionante día de acción del martes.

Una nueva jornada nacional de lucha contra la reforma de las jubilaciones sacó a las calles de Francia a 3,5 millones de manifestantes el 12 de octubre, el número más grande que este movimiento ha movilizado hasta la fecha. El carácter masivo de las manifestaciones sólo se puede comparar con las huelgas de 1995/96, cuando el Gobierno intentó aplicar recortes en la seguridad social y en los derechos jubilatorios de algunos sectores de trabajadores.

La clase obrera española se ha puesto en pie ante los ataques a sus condiciones de trabajo que está sufriendo. Las meras cifras cuantitativas no hacen justicia a lo que hemos vivido en las últimas 24 horas en el estado español.

El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) cuenta entre sus filas con un cierto número de militantes revolucionarios que luchan seriamente contra la clase capitalista y quieren acabar con el capitalismo. Pero estos elementos están cada vez más aislados en el seno de su propio partido. El NPA se distingue de la Liga Comunista Revolucionaria (Ligue Communiste Révolutionnaire, LCR) en el hecho de que es mucho más heterogéneo políticamente.

DOS TESTIMONIOS DIRECTOS DE LA HUELGA DE EUSKADI QUE EVIDENCIAN EL CAMBIO EN QUE HEMOS ENTRADO DE LA LUCHA DE CLASES, TAL COMO ESTAMOS VIENDO EN LOS ÚLTIMOS DÍAS LA CAMPAÑA ANTISINDICAL CONTRA LOS TRABAJADORES DEL METRO DE MADRID Y CONTRA LOS MILITANTES DEL SAT-SOC DE ANDALUCÍA.

En respuesta a los severos recortes en el gasto público de Berlusconi; la CGIL, la principal central sindical de Italia, convocó a una huelga general de 4 horas la semana pasada. La respuesta fue masiva con un millón de trabajadores en las calles de las ciudades de Italia. En todas las marchas pudo sentirse un estado de ánimo muy combativo con especial atención en la que participaron los trabajadores de FIAT en la planta de Pomigliano, cerca de Nápoles.