Kobane: la hipocresía del imperialismo, la complicidad de Turquía y la heroica lucha del pueblo kurdo

La lucha de las fuerzas  kurdas del YPG [acrónimo en curdo de las Unidades de Protección Popular, NdT] y del YPJ [unidades combatientes compuestas de mujeres, NdT] que han estado defendiendo la ciudad de Kobane contra la ofensiva de las fuerzas del EIIL que las sobrepasan en número y en armas ha sido nada menos que heroica. La batalla por Kobane se ha estado librando por más de tres semanas y ha sido intensificada en los últimos días ya que las fuerzas kurdas tuvieron que replegarse hacia el centro de Kobane desde sus posiciones defensivas en las afueras de la ciudad. Los informes hablan ahora de una intensa batalla urbana porque el YPG y el YPJ están resistiendo a la avanzada del EIIL calle por calle.

Horrorizados por la perspectiva de la masacre que podría caer sobre Kobane y disgustados por la colusión entre el EIIL y el Estado Turco que le permite cruzar la frontera turca de manera libre para reabastecerse y recibir ayuda médica, la población kurda de Turquía se ha levantado en rebeliones de masas contra el gobierno del AKP en varias de las principales ciudades de Turquía. 

Kobane es una ciudad de aproximadamente 160.000 habitantes situada en la frontera turco-siria. Kobane controla el paso fronterizo con Turquía de Mursitpinar. Se encuentra entre otros dos pasos fronterizos controlados por el EIIL, Tel Abyad al este y Jarabulus al oeste. La conquista de Kobane sería de gran valor estratégico para el EIIL porque permitiría unir a esos dos pasos  fronterizos y consolidar sus posiciones en la región. Le permitiría también de recibir mayores apoyos financieros y militar desde el lado turco de la frontera.

El control de Kobane cayó en 2011 en las manos del PYD [Partido de la Unión Democrática, en curdo, NdT], el brazo sirio del PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán, NdT], tras el estallido de la revolución en Siria. El régimen de Assad ha colapsado en el este y en el sur del país y en la región kurda del norte. Las fuerzas de Assad tuvieron que abandonar estas regiones, retirándose para defender el oeste de Siria y combatir a los rebeldes en las principales ciudades como Damasco y Alepo. Los fundamentalistas islámicos asumieron el control del este y del sur del país mientras los kurdos proclamaron la independencia y el autogobierno en Rojava, el enclave kurdo del norte de Siria.

El asalto a Kobane, como parte de una más amplia ofensiva sobre Rojava, ha empezado el 15 de septiembre desde tres frentes con una fuerza del EIIL estimada en muchos miles con armas pesadas como artillería y tanques. A pesar de los valientes esfuerzos del YPG y el YPJ para resistir a esta avanzada, el EIIL los ha empujado cada vez más cerca de Kobane, apretando su sitio hasta finalmente tomar el control clave de las colinas que rodena la ciudad. De estas posiciones EIIL ha empezado el bombardeo del centro de Kobane mientras avanza en las afueras de la ciudad. Las fuerzas kurdas han intensificado su contraofensiva y hostigado la avanzada del EIIL.

Luchando con solo pequeñas armas y algunos equipos antitanque, las fuerzas del YPG y del YPJ han demostrado increíbles ingenio y valentía. Han valientemente tomado tanques del EIIL, destruyendo varios de estos con gran eficiencia y confianza. A pesar de ser superados en número en todos los frentes el YPG y el YPJ han dado fuerte golpes al EIIL, matando a varios centenares de militantes del EIIL. Varias fuentes kurdas han comparado esta resistencia a la de Stalingrado contra la sexta armada de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

La tenaz resistencia de Kobane contrasta marcadamente con la facilidad con la cual Mosul cayó en las manos del EIIL en junio. Nadie creía que Kobane pudiese resistir por tanto tiempo contra la masiva ofensiva del EIIL. La caída de Kobane ha sido anunciada por mucho con alegría día tras día durante la anterior semana, con el Estado Turco y los medios de comunicación gritando más fuerte. Sin embargo la resistencia de Kobane continúa en la cara de este coro sangriento. La razón por la cual Mosul cayó tan fácilmente fue a causa de la total podredumbre del régimen y la completamente desmoralizada ineptitud del ejército iraquí asociada al resentimiento de la población sunní contra el gobierno.

La resistencia de Kobane por otro lado, a pesar de enfrentar una fuerza que la sobrepasa, es el resultado de la determinación de acero de los kurdos que están defendiendo sus propias casas, comunidades y autogobierno democrático. La perspectiva de una liberación nacional y la ambición por una sociedad igualitaria y equitativa es lo que anima los defensores de Kobane a combatir con gran determinación. En las áreas controladas por el YPG y el YPJ la gente ha estado administrando sus asuntos de una manera democrática, con asambleas de masas y comités locales. En esta experiencia tenemos un simple vistazo de lo que puede hacerse cuando la gente trabajadora ordinaria tiene la posibilidad de expresarse. Este hecho explica porque los kurdos y Kobane han sido dejados a su propio destino. Ningún poder de la región quiere ver un área controlada por organizaciones suportadas por el PKK establecerse como un modelo para el pueblo de la región.

Sin embargo es necesario subrayar que las ideas del movimiento de independencia kurdo en Rojava y el resto de Kurdistán no son claras sobre cual sistema quieren crear, a parte de una deseada democracia en abstracto. Los martillazos de los acontecimientos, sin embargo, están esclareciendo la necesidad del socialismo y del internacionalismo para la nación kurda. No pueden contar ni con la ayuda del imperialismo estadounidense ni de Turquía.

La guerra tiende a poner de relieve las tensiones que existen bajo la superficie en la sociedad y precipita las contradicciones en juego. También tiene la capacidad de desenmascarar la cara brutal de la burguesía y el imperialismo. La complacencia absoluta del gobierno turco de cara a la inminente masacre a pocos kilómetros de distancia de su frontera es clara para que todos la vean. Tras las conversaciones con el gobierno turco en Ankara, Salih Muslim, el colíder del PYD, anunció que el gobierno turco no estaba dispuesto a permitir tampoco que el PYD pudiera comprar armas y municiones  “con su propio dinero” para llevarlas a Kobane, a menos que el YPG una sus fuerzas con el Ejército Libre de Siria y luche contra Assad. Esto pone de relieve el hecho de que el Estado Turco está más interesado en sus propias ambiciones imperiales que en la difícil situación de un pueblo al borde de una carnicería.

También ha habido informes de fuentes kurdas, apoyadas por pruebas de vídeo, que las fuerzas del EIIL están recibiendo suministros y apoyo médico de Turquía. Ha sido publicado un video, que muestra cuatro combatientes del EIIL que cruzan la frontera hacia Siria desde Turquía cerca de Kobane cargados de armas y suministros. Luego son afrontados por las fuerzas kurdas y mueren. El YPG entonces procede a estacionar un gran camión sobre la ferrovía a lo largo de la frontera en el lado turco, pensando que esta pueda ser utilizada por Turquía para aprovisionar al EIIL. En una reciente entrevista con la CNN, cuando se le preguntó al primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, si Turquía estaba apoyando al EIIL a través de la frontera, respondió diciendo que “nadie puede probar esto”. Frente a la evidencia esto no es muy convincente.

Antes de que el EIIL llegara a las portadas de las noticias después de su avance relámpago en Irak y las horribles decapitaciones de los occidentales capturados, era bien sabido que Turquía estaba proveyendo y apoyando a las fuerzas rebeldes en Siria incluyendo a los fundamentalistas islámicos contra Assad. Turquía también estaba permitiendo que su territorio sea utilizado por estos grupos, incluyendo al EIIL, para su entrenamiento militar y apoyo médico.

Lo que la clase dominante turca no se da cuenta con su intromisión en la guerra civil siria es que corre el riesgo de que esta se extienda a Turquía. Esta es una posibilidad real porque que las mismas líneas de división étnica, religiosa y política de Siria existen en Turquía, aunque en diferentes proporciones. La batalla de Kobane ya está dando lugar a un grave malestar en todo el territorio de Turquía. Las acciones de Turquía han asestado un duro golpe a las negociaciones de paz que estaban en marcha entre los representantes de los kurdos y el Estado Turco para poner fin a la guerra de cuarenta años con el PKK. Han profundizado la brecha entre Turquía y los kurdos reforzando la desconfianza que ha existido durante décadas. Los kurdos se enfurecieron cada vez más por la colusión de Turquía con el EIIL. Lo que es particularmente irritante para los kurdos es la concentración de tanques turcos en la frontera, viendo como el EIIL machaca Kobane.

Para agregar el insulto a la ofensa, el ejército turco ha ordenado evacuar las aldeas a lo largo de la frontera siria cerca de Kobane. La policía antidisturbios turca y el ejército han atacado a los miles de civiles que se han concentrado en muchos pueblos a lo largo de la frontera para observar la batalla y apoyar a aquellos que huyen de Kobane hacia Turquía. Fuentes kurdas afirman que estas evacuaciones y agresiones contra los observadores persiguen el objetivo de despejar el área para que se pueda apoyar al EIIL sin testigos. La verdad de esto se demostró cuando un grupo de combatientes del EIIL cruzó la frontera con Turquía a consecuencia de los ataques aéreos estadounidenses. A pesar de cruzar la frontera con claridad a completa vista de las fuerzas turcas, no fueron afrontados. Posteriormente fueron expulsados ​​por los civiles del lado turco de la frontera.

Morteros y balas del EIIL también cruzaron la frontera hacia la parte turca cayendo sobre edificios y muchedumbres de observadores civiles. Hubo muchos daños y sólo por casualidad no hubo víctimas. Fuentes kurdas han señalado la posibilidad de que sean los soldados turcos que dan al EIIL las coordenadas de edificios utilizados por los partidarios kurdos. Independientemente de la validez de esta afirmación, el EIIL ha disparado claramente y en muchos casos hacia el territorio turco. A pesar de esto las fuerzas armadas turcas no respondieron. Esto ha decepcionado comprensible a los kurdos.

El Parlamento turco aprobó recientemente una moción permitiendo que las fuerzas armadas turcas se unan a la coalición contra el EIIL. La moción también pidió la creación de una zona tampón en el norte de Siria para proteger a Turquía contra la amenaza del EIIL. Esto, desde el punto de vista de los kurdos, es una amenaza directa para invadir y liquidar sus victorias duramente conquistadas en Rojava. La reluctancia de Turquía a ofrecer cualquier tipo de apoyo a Kobane y ver la ciudad sufrir la embestida del EIIL refuerza aún más esta preocupación.

La batalla de Kobane también ha puesto de manifiesto la completa hipocresía del imperialismo estadounidense. Los Estados Unidos, junto con sus socios de la coalición, tomaron la decisión de llevar a cabo ataques aéreos contra el EIIL y otros fundamentalistas islámicos en la región tras la invasión de Irak por parte del EIIL. El objetivo de los ataques aéreos era supuestamente humanitario, para evitar que el EIIL cometa masacres contra la población civil en Siria e Irak y para evitar que el gobierno de Irak sea rebasado.

En los últimos meses no ha habido ninguna necesidad de ayuda humanitaria más imperativa que la de la población de Kobane, que está encarando la ofensiva del EIIL en tres frentes y con una semi-hostil frontera con Turquía a sus espaldas. Los ataques aéreos estadunidenses han brillado por su virtual ausencia. Los ataques aéreos que tuvieron lugar, consiguieron escasos efectos en “disminuir y destruir” las capacidades del EIIL. De hecho, los ataques aéreos cerca de Kobane parecían tener el efecto de canalizar al EIIL más cerca de Kobane. Solo en el último día los ataques aéreos estadunidenses consiguieron algún efecto material sobre el EIIL. Pero esto fue retrasado, por alguna razón, hasta el último minuto, cuando Kobane y sus defensores estaban virtualmente de rodillas.

A partir de esto uno puede solo conjeturar que la intención del imperialismo estadunidense es de permitir que el PYD y el YPG sean aplastados antes de hacer algo para “salvar”  Kobane. La promesa del gobierno turco de no permitir que Kobane caiga es también contradicha por las acciones concretas sobre el terreno. Las fuerzas turcas asisten mientras los defensores de Kobane libran una batalla desesperada. Los oficiales kurdos del PKK y del PYD predijeron que las fuerzas turcas se moverían contra el EIIL en Kobane solo cuando el YPG haya sido derrotado. Los actos en el terreno demuestran que esta es una valoración exacta. Está claro que Turquía prefiere ver Rojava aplastada por el EIIL para que no sea una inspiración para los kurdos turcos. La batalla de Kobane muestra que los EE.UU. están menos preocupados por ambiciones humanitarias de lo que lo están con la defensa de sus intereses en Irak. El EIIL existía desde mucho antes de la invasión de Irak, llevando a cabo atrocidades durante muchos años. De hecho los kurdos habían repelido el Al Nusra Front – un precursor del EIIL – desde Rojava en 2012 y 2013. Los Estados Unidos sólo comenzaron a prestar atención al EIIL cuando este amenazaba sus intereses en Irak. Antes de esto, los estaban suportando y financiando a través de sus representantes.

Los kurdos alrededor del mundo y aquellos que los apoyan, incluyendo a los socialistas y los marxistas, están aterrados por el sufrimiento de la población de Kobane. Al mismo tiempo están inspirado por la valiente lucha de las combatientes del YPJ y los combatientes del YPG. Movilizaciones en solidaridad con la población de Kobane han sido organizadas en muchas ciudades de Europa.

Todo el mundo habla de la necesidad de combatir al EIIL, pero en realidad muy poco se ha hecho actualmente. Los kurdos de Siria han sido los más valientes combatientes contra el EIIL, pero son rebasados en armamentos por los bien equipados y financiados fundamentalistas islámicos. Lo que debería hacerse es proveer a los kurdos de Kobane las armas que necesitan para defenderse. Los gobiernos occidentales consideran más importante ver el fin de la administración de izquierda de Rajova que una verdadera lucha contra el EIIL. De hecho, tampoco permiten a los combatientes voluntarios del PKK de cruzar la frontera hacia Kobane para ayudar la población de esa ciudad a defenderse.

En los últimos días grandes protestas, al borde de la insurrección, han brotado en muchas ciudades importantes a lo largo de Turquía. Violentas protestas se han venido realizando en Estambul e Izmir desde hace un par de días, con incendios en las calles y enfrentamientos con la policía, según los informes. En muchas de las ciudades kurdas de Turquía, como Diyarbakir, Batman, Mardin y muchos otros lugares, hay informes de enfrentamientos violentos entre manifestantes y la policía. Al momento en que escribimos, se ha informado de 12 manifestantes muertos en los enfrentamientos.

Se ha reportado que los manifestantes han incendiado en muchas ciudades kurdas varios edificios del partido gobernante AKP. Muchos retenes de policía han sido allanados y ocupados, con armas confiscadas a la policía para armar a los manifestantes. En respuesta el ejército turco ha sido enviado en las calles en muchos pueblos y ciudades kurdas. Estas manifestaciones son en parte en respuesta al llamado de la dirección del PKK a ampliar la batalla de Kobane a todos los lugares del Kurdistan y del mundo. Es también probable que se ordene a la guerrilla del PKK de empezar a atacar al ejército turco una vez más, lo cual sería el fin de cualquier negociado de paz.  

La batalla de Kobane podría ser la chispa que ponga nuevamente en movimiento a la nación kurda. Las protestas a lo largo de Kurdistán y en el resto de Turquía ya han alcanzado proporciones insurreccionales. Esto podría tener consecuencias revolucionarias para Turquía y el Kurdistán que, sucesivamente, podrían soplar nueva vida en la Primavera Árabe y prender nuevamente el fuego en la entera región.

Es deber de los marxistas apoyar al pueblo kurdo en su lucha, tanto en Kobane como en el resto de Kurdistán. Sin embargo, es también nuestro deber explicar que la única manera de tener éxito no es a través del estrecho nacionalismo, sino del socialismo internacional. Es por esta razón que llamamos a los dirigentes de la nación kurda, al PYD, el PKK el BDP [Partido de la Paz y la Democracia] y el HDP [Partido de la Democracia Popular] a romper sus lazos y detener su regateo inútil con el Estado burgués turco. Llamamos a los dirigentes de los kurdos a abandonar cualquier ilusión puedan haber puesto en la función “salvadora” de los EE.UU. Pedimos a estos líderes de hacer un llamado por encima de los jefes de la burguesía turca directamente a los trabajadores y a los elementos progresistas de la sociedad turca a rebelarse contra su propio gobierno de cara a las atrocidades que están siendo perpetradas.

El pueblo kurdo no debe poner ninguna confianza en ninguna coalición imperialista. Ni los EE.UU. ni Europa harán nada para garantizar una verdadera patria a los kurdos. Y Turquía solo utilizará a los kurdos para impulsar sus propios intereses en la región. Lo que se necesita es un esfuerzo organizado de los trabajadores y campesinos kurdos con el apoyo de sus hermanos y hermanas turcos.

El gobierno turco es el enemigo tanto de los trabajadores kurdos como de los turcos. El pueblo kurdo debe buscar y ganar el apoyo de la clase obrera turca y forjar una alianza contra el Estado Turco doble cara y represivo. Hasta cuando el régimen burgués en Turquía permanezca en el poder, solo utilizará sus recursos para negar a los kurdos sus derechos democráticos básicos. A fin de cuentas una solución a la cuestión kurda sólo puede lograrse a través de una revolución en todo Oriente Medio, que puede acabar con todos los regímenes capitalistas despóticos de la región.

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