Norteamérica

Las semanas que siguen a unas elecciones presidenciales, cuando el Presidente saliente se ocupa de dar los últimos retoques a su legado mientras deja en manos del Presidente electo la tarea de formar el equipo que tomará las riendas del poder, suelen ser un periodo de barbecho en la política estadounidense. Esta vez no.

85.000 estudiantes en Quebec salieron a la huelga contra la matanza que Israel está llevando a cabo en Gaza. Fue la mayor huelga estudiantil por la solidaridad internacional que se haya visto nunca en Canadá.

El pueblo de Puerto Rico ha vivido uno de los procesos electorales más intensos de su historia colonial. En una particular coyuntura, se unieron en una “Alianza de País” el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). El primero –fundado en el 1946– es el histórico representante de esa opción descolonizadora a nivel electoral y el segundo se constituyó en el 2019 para agrupar diferentes tendencias ideológicas y políticas en una sola opción electoral “anti-neoliberal”. 

Este es un gran paso en la dirección correcta para el movimiento por Palestina en Quebec y Canadá. ¡Al menos 26 asociaciones estudiantiles que representan a 50.000 estudiantes estarán en huelga por Palestina el 21 y 22 de noviembre!

El sorprendente resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos ofrece un ejemplo más de los cambios bruscos y repentinos que están implícitos en la situación. Hasta el último minuto, los expertos de los medios de comunicación hicieron el máximo esfuerzo para demostrar que las encuestas apuntaban a una victoria de Harris, aunque por un estrecho margen.

Pero se equivocaron.

Los estadounidenses están acostumbrados a oír que cada elección es «la más importante de nuestra vida». Este año, ambos candidatos han ido un paso más allá, argumentando que son las elecciones más importantes de la historia de Estados Unidos. «¡¿A favor o en contra de Trump?!» Esta es la supuesta pregunta existencial que plantean los dos grandes partidos. 

En vísperas de las elecciones, ambos candidatos van a la par, por lo que se puede percibir la ansiedad de la clase dirigente, que en su mayoría se opone al inconformista Trump. Pero, ¿por qué su mensaje antisistema ha calado hondo en un sector de la sociedad estadounidense?

El 18 de octubre, Cuba sufrió un apagón masivo que dejó sin electricidad a más de 10 millones de personas. Dos días después, el huracán Oscar azotó la costa oriental de la isla, agravando la crisis. El apagón es consecuencia directa del embargo estadounidense, que sanciona a los barcos que transportan combustible a la isla y ha privado a Cuba de las divisas necesarias para importar combustible y piezas de repuesto para mantener la producción y distribución de energía. Para que el pueblo cubano pueda vivir, el embargo imperialista debe morir.

Dos semanas después de ser azotado por el huracán Helene -la tormenta más fuerte que ha tocado tierra en la región del Big Bend de Florida en 150 años-, el sureste de EE.UU. fue azotado por una «tormenta monstruosa» mucho peor, el huracán Milton. Se trata de la última de una serie de catástrofes humanitarias en toda la región, que han causado una destrucción sin precedentes.

Un minuto después de la medianoche del 13 de septiembre, treinta y tres mil miembros de los distritos 751 y W24 de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) abandonaron sus puestos de trabajo e instalaron piquetes. Es la primera huelga desde 2008 en Boeing, el gigante aeroespacial que emplea a 66.000 trabajadores en todo el estado de Washington y a más de 171.000 en todo el país.

En otro giro dramático en la tragicomedia de la política estadounidense, Joe Biden ha puesto fin a su campaña de reelección. A 108 días de las elecciones, es lo más tarde que un presidente de un solo mandato toma una decisión semejante. La analogía histórica más cercana fue en 1968, cuando Lyndon Johnson declinó presentarse a un segundo mandato presionado por las protestas contra la guerra de Vietnam. La estancia de Joe el Genocida en la Casa Blanca ha estado marcada por la inflación y la guerra, y terminará su mandato con un índice de desfavorabilidad de alrededor del 56%.

El intento de asesinato de Donald Trump ha acelerado la polarizacion de la sociedad estadounidense, ya que el candidato a la presidencia republicano esquivó la muerte por el más estrecho de los márgenes. Pero no fue sólo Trump quien esquivó una bala. El país entero se acercó al borde del precipicio antes de dar medio paso atrás. Como decía el título de un artículo del Financial Times: "Estados Unidos se asoma al abismo".